Hay acontecimientos y personas que dejan huella en la historia. Entre ellos está el Concilio Vaticano II que renovó la teología de la Iglesia católica y tuvo repercusiones en el diálogo y relaciones con las demás Iglesias cristianas, religiones, en diálogo con el mundo.
Estamos a un año de la celebración de los 50 años de su apertura (1962-2011). Y el otro acontecimiento es la 2a. Conferencia Episcopal latinoamericana de Medellín, tiempo de gracia para nuestro continente, que cumple 43 años de su celebración, donde los obispos asumieron la perspectiva liberadora de la vida de la Iglesia, expresada en las Comunidades Eclesiales de Base (Cebs.), Nuevo Modelo de Iglesia. Está también la reflexión teológica de Gustavo Gutiérrez, presbítero católico, dominico, cuyo pensamiento ha tenido una trascendente repercusión en la teológica latinoamericana y en otros continentes. La publicación de su libro Teología de la liberación y perspectivas, cumple 40 años.
Esperanza de liberación y Teología fue el tema general de la Jornada Teológica de la Región Norte (México, EEUU, Canadá), que se realizó en la Comunidad Teológica de México, en el Distrito Federal, los días del 5 al 8 de octubre. Participaron 320 personas de diversas tradiciones cristianas: católicos, luteranos, presbiterianos, metodistas, bautistas y anglicanos.
El objetivo central de la Jornada Teológica fue: Discernir los nuevos desafíos de una época marcada por profundas transformaciones y las consecuentes tareas para una teología como servicio a la creación, a la humanidad con vida digna y a las experiencias de fe, en un mundo plural y globalizado.
La agenda se estructuró en base a los pasos del método inductivo: ver, pensar, actuar, celebrar y evaluar. El primer paso fue discernir los desafíos de nuestra época marcada por profundas transformaciones, conscientes de que vivimos no tanto una época de cambios, sino en un cambio de época. Los cambios son tan profundos, que se puede decir que ha cambiado la concepción misma de la persona humana, de la sociedad, de la naturaleza y de Dios. Valores, que anteriormente constituían el eje central de la vida humana, están perdiendo su importancia o están tomando otra dimensión y están surgiendo nuevos.
La cultura postmoderna ha invadido todos los ámbitos de la existencia de manera irreversible. La misma religión tiene que repensar sus expresiones, sus métodos, la problemática a la que busca dar respuesta, porque la forma anterior de concebirla y vivirla, definitivamente no es posible seguirla sosteniendo en este nuevo contexto.
La teología no es el discurso sobre un Dios que está arriba del mundo, ajeno a él, viviendo en un segundo piso, sino de un Dios que está comprometido con la historia humana para convertirla, de una historia de muerte, en una historia de salvación. Es también un discurso sobre el ser humano que gime en este valle de lágrimas y corresponde con generosidad o se opone al amor de Dios con toda libertad. La teología es la obra de aquellos quienes tienen la misma opción de Dios por los abandonados, excluidos, victimados, violentados de la historia, que son víctimas de la injusticia humana y de las estructuras de pecado.
En esta Jornada se tuvo la oportunidad de escuchar la reflexión de teólogos reconocidos sobre temas relevantes. La primera conferencia fue dictada por el Dr. Enrique Dussel, sobre el tema: “El caminar teológico pastoral de la Iglesia en América Latina”. La historia es un lugar teológico; Dios ha pasado por nuestro continente; vivimos un Kairós, un tiempo de gracia, no únicamente de dolor; y es necesario caer en la cuenta de ello, subrayó Dussell.
La segunda conferencia fue dictada por la Dra. Bautista Doris García Mayol que expuso el tema: “Nuevos paradigmas de interpretación bíblico teológica desde la Teología Latinoamericana”. La Palabra de Dios es el fundamento de la reflexión teológica. Han surgido nuevos paradigmas de interpretación que hay que conocer. No podemos caer en el fundamentalismo que nos seca el corazón y nos fanatiza el entendimiento.
La tercera conferencia fue dictada por la Dra. María Pilar Aquino, quien abordó el tema “La construcción de la paz: iniciativas religiosas para transformar conflictos violentos”. En estos momentos de violencia desenfrenada es necesario construir la paz. Las religiones tienen un papel importante en esta tarea. No puede haber paz entre los pueblos, si no hay paz entre las religiones. No puede haber paz entre las religiones si no se elabora en ellas una teología que favorezca la construcción de la paz. Esta es una tarea inaplazable, enfatizó Aquino.
En el segundo día de la Jornada, en el edificio de los Derechos Humanos, se realizó el Panel “Paz y los Derechos Humanos”, en el que participaron las Doctoras Doris García y María Pilar Aquino; los sacerdotes Alejandro Solalinde de Tehuantepec, Pedro Pantoja de Torreón y Oscar Enríquez de Ciudad Juárez, los tres comprometidos con la defensa de migrantes, y Emilio Álvarez Icaza miembro del Movimiento por la Paz que busca cambiar la estrategia de la violencia-militarista del gobierno, por una de justicia y dignidad, cuyo coordinador es el poeta Javier Sicilia, quien no pudo participar en este Panel.
Esta Jornada teológica ecuménica fue una experiencia eclesial que ayudó a los participantes a descubrir nuevas realidades, luces y desafíos para su compromiso cristiano; alimentó su espiritualidad centrada en la persona misma de Jesús, que pasó haciendo el bien, que optó por los pobres y fue compasivo con todos especialmente con los pecadores, y confirmó que la Teología de la Liberación sigue viva con una voz y misión proféticas.
Estamos a un año de la celebración de los 50 años de su apertura (1962-2011). Y el otro acontecimiento es la 2a. Conferencia Episcopal latinoamericana de Medellín, tiempo de gracia para nuestro continente, que cumple 43 años de su celebración, donde los obispos asumieron la perspectiva liberadora de la vida de la Iglesia, expresada en las Comunidades Eclesiales de Base (Cebs.), Nuevo Modelo de Iglesia. Está también la reflexión teológica de Gustavo Gutiérrez, presbítero católico, dominico, cuyo pensamiento ha tenido una trascendente repercusión en la teológica latinoamericana y en otros continentes. La publicación de su libro Teología de la liberación y perspectivas, cumple 40 años.
Esperanza de liberación y Teología fue el tema general de la Jornada Teológica de la Región Norte (México, EEUU, Canadá), que se realizó en la Comunidad Teológica de México, en el Distrito Federal, los días del 5 al 8 de octubre. Participaron 320 personas de diversas tradiciones cristianas: católicos, luteranos, presbiterianos, metodistas, bautistas y anglicanos.
El objetivo central de la Jornada Teológica fue: Discernir los nuevos desafíos de una época marcada por profundas transformaciones y las consecuentes tareas para una teología como servicio a la creación, a la humanidad con vida digna y a las experiencias de fe, en un mundo plural y globalizado.
La agenda se estructuró en base a los pasos del método inductivo: ver, pensar, actuar, celebrar y evaluar. El primer paso fue discernir los desafíos de nuestra época marcada por profundas transformaciones, conscientes de que vivimos no tanto una época de cambios, sino en un cambio de época. Los cambios son tan profundos, que se puede decir que ha cambiado la concepción misma de la persona humana, de la sociedad, de la naturaleza y de Dios. Valores, que anteriormente constituían el eje central de la vida humana, están perdiendo su importancia o están tomando otra dimensión y están surgiendo nuevos.
La cultura postmoderna ha invadido todos los ámbitos de la existencia de manera irreversible. La misma religión tiene que repensar sus expresiones, sus métodos, la problemática a la que busca dar respuesta, porque la forma anterior de concebirla y vivirla, definitivamente no es posible seguirla sosteniendo en este nuevo contexto.
La teología no es el discurso sobre un Dios que está arriba del mundo, ajeno a él, viviendo en un segundo piso, sino de un Dios que está comprometido con la historia humana para convertirla, de una historia de muerte, en una historia de salvación. Es también un discurso sobre el ser humano que gime en este valle de lágrimas y corresponde con generosidad o se opone al amor de Dios con toda libertad. La teología es la obra de aquellos quienes tienen la misma opción de Dios por los abandonados, excluidos, victimados, violentados de la historia, que son víctimas de la injusticia humana y de las estructuras de pecado.
En esta Jornada se tuvo la oportunidad de escuchar la reflexión de teólogos reconocidos sobre temas relevantes. La primera conferencia fue dictada por el Dr. Enrique Dussel, sobre el tema: “El caminar teológico pastoral de la Iglesia en América Latina”. La historia es un lugar teológico; Dios ha pasado por nuestro continente; vivimos un Kairós, un tiempo de gracia, no únicamente de dolor; y es necesario caer en la cuenta de ello, subrayó Dussell.
La segunda conferencia fue dictada por la Dra. Bautista Doris García Mayol que expuso el tema: “Nuevos paradigmas de interpretación bíblico teológica desde la Teología Latinoamericana”. La Palabra de Dios es el fundamento de la reflexión teológica. Han surgido nuevos paradigmas de interpretación que hay que conocer. No podemos caer en el fundamentalismo que nos seca el corazón y nos fanatiza el entendimiento.
La tercera conferencia fue dictada por la Dra. María Pilar Aquino, quien abordó el tema “La construcción de la paz: iniciativas religiosas para transformar conflictos violentos”. En estos momentos de violencia desenfrenada es necesario construir la paz. Las religiones tienen un papel importante en esta tarea. No puede haber paz entre los pueblos, si no hay paz entre las religiones. No puede haber paz entre las religiones si no se elabora en ellas una teología que favorezca la construcción de la paz. Esta es una tarea inaplazable, enfatizó Aquino.
En el segundo día de la Jornada, en el edificio de los Derechos Humanos, se realizó el Panel “Paz y los Derechos Humanos”, en el que participaron las Doctoras Doris García y María Pilar Aquino; los sacerdotes Alejandro Solalinde de Tehuantepec, Pedro Pantoja de Torreón y Oscar Enríquez de Ciudad Juárez, los tres comprometidos con la defensa de migrantes, y Emilio Álvarez Icaza miembro del Movimiento por la Paz que busca cambiar la estrategia de la violencia-militarista del gobierno, por una de justicia y dignidad, cuyo coordinador es el poeta Javier Sicilia, quien no pudo participar en este Panel.
Esta Jornada teológica ecuménica fue una experiencia eclesial que ayudó a los participantes a descubrir nuevas realidades, luces y desafíos para su compromiso cristiano; alimentó su espiritualidad centrada en la persona misma de Jesús, que pasó haciendo el bien, que optó por los pobres y fue compasivo con todos especialmente con los pecadores, y confirmó que la Teología de la Liberación sigue viva con una voz y misión proféticas.
JOSE SANCHEZ SANCHEZ